EL ABUSO SEXUAL CONTRA LA INFANCIA ES VIOLENCIA Y UN DELITO

17 de abril, 2023

En medios y redes escuchamos decir, lamentablemente, barbaridades e imprecisiones gravísimas sobre un delito que afecta la vida de las niñas, niños y adolescentes. Frases o expresiones como «fue calentura de un momento» desinforman y le quitan peso al delito de abuso de menores, al naturalizar, o “suavizar” desde la comunicación, una práctica penada por la ley.

💔El abuso sexual contra menores es una de las peores formas de violencia.

Las víctimas sufren un daño irreparable a su integridad física, psíquica y moral. Se daña su derecho a la integridad, la intimidad, la privacidad y, principalmente, se vulnera el derecho a no ser expuesto a ningún tipo de violencia, abuso, explotación o malos tratos.

👉🏽Estos son DERECHOS HUMANOS que se encuentran protegidos a nivel internacional por la Convención sobre los Derechos del Niño. A nivel nacional y provincial, en diversas normas, entre las que se destaca la Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes.

☎️ Llamá al 137 si sabés o sospechás de situaciones de maltrato o abuso a un niño, niña o adolescente.

¿Escuchaste alguna otra frase que genere desinformación sobre el delito de abuso sexual en infancia?

El abogado Javier T. Álvarez escribió: «Desde hace varios días todos los medios de comunicación están hablando sobre violencia sexual. Uno podría pensar “fantástico”. Sin embargo, se escucha una sarta de estupideces tremendas en boca de profesionales que, por un poco de fama y visibilidad, dicen cualquier cosa (como muestra el vídeo). Hablar sobre violencia sexual requiere mucha preparación, sobre todo interdisciplinaria. No alcanza con decir dos o tres frases hechas porque puede terminar en una barrabasada como todas las que se dicen. Hay guías sobre cómo utilizar ciertos términos para referirse a casos de violencia sexual contra la infancia (como las de Luxemburgo, por ejemplo). Hace un tiempo la víctima, ya adulta, de un famoso caso de violencia sexual a manos de un director técnico de fútbol denunció a la Argentina ante la Comisión IDH por la manera en que los medios abordaron el caso. La CIDH admitió el caso y Argentina podría ser sancionada. Hablar por hablar puede traer consecuencias graves, además de instalar ideas equívocas y peligrosas en el público».

Siempre a favor de las infancias

Desde hace unos años se cuestiona a las figuras penales que castigan con una pena atenuada el trato sexual entre adolescentes y adultos (en el CP argentino es el art 120). Hay dos sentencias de la Corte IDH sobre este tema: “Guzman Albarracin vs Ecuador” (2020) y “Ángulo Losada vs Bolivia” (2022). En ambas la Corte observa que la aplicación de este tipo de normas depende de indagaciones sobre la vida de la víctima (¿tenía experiencia previa? ¿Era madura?, etc) lo que colisiona con los consensos internacionales en la materia. Además, estas figuras obturan la aplicación de otras más graves como los abusos sexuales en donde el consentimiento puede ser afectado por cualquier causa (entre ellas, entonces, el aprovechamiento de la inmadurez), tal como lo reconoció la Relatara Especial sobre violencia contra la mujer ante el Consejo de DDHH de la ONU
La exigencia de racionalidad legislativa también implica que, en la elaboración de las normas, sea necesario incorporar perspectiva de generos y también un enfoque claro a favor de las infancias.

Siempre a favor de las infancias. Es importante que las normas sean precisas. En materia de consentimiento sexual de adolescentes es cierto que todo es muy confuso en nuestras normas penales. El art 120 presenta algunas contradicciones, a mi modo de ver, con el 119 y eso genera unas zonas grises complejas. Y eso no puede resolverse tampoco a través de otras figuras como la del 125 que es mucho más polémica (que a mi modo de ver tiene hasta cuestionamientos constitucionales). Entre los 13 y los 18 hay dos grupos: de 13 a 16 que pueden consentir siempre que sean “maduros sexuales” y entre los 16 y los 18, todo salvo lo que sea corrupción. El uso de términos vagos e imprecisos termina incluso obturando la autonomía de la voluntad de las/los/les adolescentes. Hay que mejorar la racionalidad legislativa

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