
UN LUGAR DONDE DENUNCIAR LA DISCRIMINACIÓN EN EL ÁMBITO ESCOLAR
2 de junio, 2020
Sabemos, a partir de los estudios de Michael Foucault que las escuelas, después del hogar, así como después los centros de salud, las cárceles, etc repiten el sistema hetero-patriarcal hegemónico donde los prejuicios se reproducen como moscas. Es común, hoy en día, que lxs maestrxs le digan a sus alumnxs que no se tiñan el pelo de colores o que le sigan preguntando a un nene si le gusta una nena, partiendo de una base prejuiciosa y equivocada que limita el goce y las capacidades subjetivas de desarrollo de las personas.
La ESI (Ley de Educación Sexual Integral) no solo no se cumple sino que, cuando se intenta aplicar, se lo hace de manera equivocada. No alcanza con presentar, de manera espasmódica y superficial, los métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados. La ESI es mucho más que eso.
En palabras de Gabriela Mansilla, la mamá de la primera niña trans en recibir su documento a partir de su transición:

La Ley nos sirve para ir a exigir el trato y el respeto para nuestrxs niñes, pero la ley no modificó a la sociedad. Entonces esos derechos que plantea no se dan si uno no va detrás haciéndolos cumplir.
-¿Es desconocimiento o es resistencia?
-Mucho es desconocimiento. Es falta de información, es miedo y prejuicio también. Somos las mamás las que llevamos la Ley a las escuelas: hay un montón de maestrxs y directorxs que no tienen ni idea de que en Argentina existe la Ley de Identidad de Género. Pero que no tienen ni idea. Y te das cuenta porque cuando se enteran, la mayoría de las veces se sorprenden para bien y se interesan: incluso les ayuda saber qué sus alumnes tienen estos derechos, saben qué hacer.
-¿Pasa en todo el país?
-Esto se acentúa en las provincias, pero pasa en todos lados; en Buenos Aires también. No hay un solo caso de una familia que diga que cuando fue a la escuela a hablar sobre su hije, le hayan dicho: “Sí, dale, vení, pasá que nosotros entendemos de esto y te vamos a acompañar a vos y a tu hije”. Olvidate. Eso no existe. Es más, en muchas escuelas siguen pidiendo informe psicológico para nombrar a les niñes como quieren ser nombrades.
-El año pasado hubo al menos dos casos en la provincia de Buenos Aires de niñxs que iniciaron el cambio registral y después de meses no se lxs daban. ¿Hay un retroceso?
-Sí, en la provincia de Buenos Aires hay un retroceso enorme. Porque son casos que se cajonearon. Tuvimos que hacer una campaña con Abosex para lograr que se lo dieran a una nena y ahora estamos con un nene que está desde octubre. Y a la nena hasta le habían prohibido ir a una excursión en la escuela porque no tenía el DNI. ¿Sabés a cuantxs niñes no los iban a llamar con el nombre elegido por no tener el DNI? Y eso es falta de información, porque está clarísimo en el Artículo 12 de la Ley*: no es necesario tener el DNI para que se cumpla el derecho. Estamos todavía instalando los derechos de las infancias trans. Las instituciones todavía nos dan vuelta la cara.
-Decías que el DNI es apenas un trámite y que ahí no termina nada. ¿Cuáles son las batallas que hay que dar?
-Una batalla cultural, que es mucho más importante y mucho más difícil: la aceptación, el diálogo con el compañero, combatir el bullying, la descalificación, la mirada de los otros. Enfrentar todo eso es una batalla constante. “Mariposas libres” tiene que ver con eso: no podemos quedarnos con el DNI y listo. No sólo no es suficiente sino que no es casi nada en una niñez trans cuando la sociedad todavía está muy por detrás.
-¿Qué es lo más urgente hoy?
-La educación. Necesitamos que haya una orden y una bajada de línea del Ministerio de Educación urgente para modificar la Educación Sexual Integral (ESI): los cuerpos de nuestrxs niñes no están en la ESI, no están en la escuela, no están en un libro, no están en la clase de biología. El cuerpo de mi hija no está en ningún lado en el sistema educativo.
El cuerpo de Luana no está en ningún lado. Para la ciencia, Luana tiene el cuerpo de un varón. Entonces, ¿esto le van a decir a mi hija? La educación sigue siendo nena-vulva / nene-pene. Es urgente habilitar, integrar, asumir, nombrar, enseñar, explicar, lxs cuerpxs disidentes. Ni siquiera se nombran las infancias trans en la escuela. Nosotros tenemos niñas y niños que van a escuelas públicas, como mis hijos, pero también privadas y religiosas. Necesitamos que todas las escuelas se abran a la diversidad, que dejen de tratar de ocultar a nuestrxs hijes: no alcanza con que el DNI de la nena diga que es nena y ella use pollera. Eso es lo que más aceptan: que se llame como nena y que parezca nena. Listo, cierra con las normas.
Y en otro medio, hablando del tema, declaró:
–¿Qué pasa en las escuelas?
–No se puede generalizar, pero en la mayoría de los casos de niñeces trans que acompañé tuve que enviar una nota a sus escuelas exigiendo el cumplimiento de la ley de Identidad de Género y los pasos administrativos que deben seguir, porque los desconocen. No todos los pibes y pibas de la secundaria tienen hecho el DNI pero los deben nombrar con su nombre elegido. Algo muy importante es que si ellxs están pendientes del rechazo social, de los estereotipos que no alcanzan, tampoco puede rendir en la escuela como se espera. ¿Cómo quieren que se concentrenen estudiar cuando tiene que concentrarse en sobrevivir? La clase de educación física es traumática para ellxs.
–¿Y cómo se resuelve?
–Tratamos de que las escuelas trabajen la corporalidad, el respeto. No todos los pibes y pibas están siendo respetados por sus pares, siempre está la burla o “ay, me olvidé y te dije el nombre anterior”, “lo hice sin querer”, “teneme paciencia”. Hay mucha deserción escolar. Se toman un tiempo y la familia comprende. Hay pibes que no aguantan que los nombren de otra manera. Todavía está la cultura de que “vos antes eras mujer y ahora sos varón” o al revés. Ese daño constante hace que no quieran ir a la escuela o empiezan a sufrir emocionalmente. La personita trans travesti siempre tiene que tener paciencia. En Infancias Libres a los pibitos trans de 5, 6 y 7 años ya los estamos preparando para que tengan una conciencia de que pueden gestar en su vientre un hijo. Hay que cambiar el concepto de toallitas femeninas por el de apósitos higiénicos para que la masculinidades trans puedan ir a comprarlos y no sientan que es algo para mujeres, porque eso es lo que los destruye: los estereotipos. Si fuera todo más unisex, no tan determinante, sería más fácil para ellxs. Hoy la base de todo este cambio tan necesario es la educación.
Si sabes de casos donde lxs niñxs no son respetadxs por su diversidad, no dudes en comunicarte con el 116492-1079 y 116185-3968, en el horario de 9 a 15 hs.
Por mail al 0800@inadi.gob.ar