Somos

Somos

La sala es pequeña, las paredes blancas y el piso gris, pero parece grande por el espacio y el vacío que hay frente a las 8 palabras “Somos” que cuelgan del techo, con distintas tipografías y colores, iluminadas por luces de Neón (se ven desde la puerta, sin entrar), así la galería se vuelve cálida. Imposible no reconocer la muestra de Hernán Marina (Seis piezas de neón, 2013, Tecnópolis; siluetas de hombres trabajando inspiradas en la gráfica peronista de los años 30s. El abrazo, Clavadista y Los gimnastas, son algunas de sus obras más famosas que pasaron por galerías internacionales y desembocaron en el MALBA. Die Deutsche Reihe es el libro que recoge su experiencia por Alemania con dibujos de trazos negros, sado-masoquistas, sobre papel blanco y textos budistas al pie). En esta muestra contrastan dos obras. Se trata de una silueta misteriosa, a blanco y negro, con dos armas, inspirada en Las panteras negras (las panteras están a la defensiva pero no atacan, lo hacen cuando son atacadas). En la otra pared, Cesta con rosas, es una obra camp que Marian relaciona con las flores, frutas y verduras que los activistas por los derechos LGBT de los 70s hacían con cartulinas de colores y repartían en manifestaciones; a la vez se trata de una tapa, de las 6 revistas del Frente de Liberación Homosexual (FLH), eran 8, que se exhiben en una vitrina donde los integrantes del Frente escribían  bajo seudónimos, para evitar perder sus trabajos; aunque a algunos no les importaba, como era el caso de Néstor Perlongher, Blas Matamoro, y Juan José Sebrelli. La lucha era contra los edictos policiales, para que se terminaran las razias, que no se llevaran presos a los homosexuales, que dejaran de patologizar la elección sexual no hegemónica; eran tiempos donde la visibilización y el reclamo por el derecho al matrimonio igualitario empezaban a esbozarse. Sobre las tipografías de las 8 palabras que cuelgan del centro de la sala, que están sacadas de las tapas de las revistas, Marina, cuenta al Soy: “No quería que fueran de color rojo, verde o amarillo; sino que fueran colores secundarios, pero que tampoco fueran los del Rainboin. La idea de elegir colores sutiles (rosa suave, blanco cálido) es para iluminar a la gente que venía de sufrir las razias, de cuidar a los tipos que estaban presos. Si bien las revistas, que están enfrente, tienen algo de épica y de lucha, también son un bajón por esa lírica a blanco y negro que tenían. La idea fue llevar eso a otro plano, como iluminar en el doble sentido: Iluminar y poner luz en un contexto que era super hostil”.

 

Somos, Hernán Marina

Galería Henrique Faria: Libertad 1628, de L a V

Hasta el 27 de septiembre

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