La ciudad según las encuestas

Para muchos vecinos de la Capital, la policía en los barrios, el estado de las calles y las veredas de las casas de sus hogares no alcanza a cumplir sus expectativas. En cambio, los servicios públicos mejor calificados por los porteños, con el grado de satisfacción más alto en promedio, son la cantidad de semáforos y el alumbrado público. Los datos se desprenden de un relevamiento que hizo a fines del año pasado la Defensoría del Pueblo de la ciudad.

El estudio se realizó en noviembre; 3643 vecinos de todas las comunas dieron su opinión sobre ocho ítems que gestiona el gobierno local. Una pregunta se centró en la apreciación personal que tenían las personas de cómo esas prestaciones son brindadas. Para que las valoraciones fueran lo más concretas posibles, los encuestadores hicieron referencia a lo que sucedía en las cuadras y/o manzanas de los entrevistados. La presencia policial fue el servicio con imagen negativa más alta. El 52,3% de los consultados dijo no estar satisfecho con la cantidad de efectivos que suele haber en los alrededores de su vivienda.

La investigación incluyó también una consulta a los vecinos sobre qué relevancia le daban a cada uno de esos servicios, en el sentido de cuánto les aportan en su bienestar cotidiano. Y la presencia de policías tuvo un alto grado de ponderación: casi el 81% de los porteños consideró “muy importante” que haya efectivos en su barrio.

Para unificar ambas variables y evaluar la ejecución de cada servicio en función de cuán importante es para la gente, el equipo de la Defensoría del Pueblo creó un denominado índice de desempeño que surge de una ecuación matemática. De ahí resultó que la comuna 2, que es el barrio de Recoleta, tuvo el peor resultado sobre la cuestión de seguridad. Para los vecinos de esta zona la demanda de policías asume una importancia vital, sin embargo la satisfacción en torno a la cantidad de efectivos es muy baja, fue la conclusión a la que se arribó.

“No es que no haya policías, sino que no son suficientes. Acá hay muchos arrebatos, sobre todo porque se aprovechan de los turistas”, dijo, mientras camina apurada con destino al trabajo, María Elena, de 55 años. Ella vive en Ayacucho al 1100, Recoleta. Al otro lado de la ciudad, en Villa Lugano, también hay quejas sobre la seguridad. “Se ven policías cada tanto. Tiene que haber más. No podemos salir a la calle tranquilos”, reclamó Alicia Altamirano.

La segunda peor calificación la tuvo el servicio de conservación y reparación de calles y veredas. Casi la mitad de los porteños (48,8%) tuvo una imagen negativa al respecto. “De a poco, la seguridad está mejorando, pero el problema son las veredas. No se puede caminar”, opinó Carlos Lucerna, que vive en las inmediaciones de Virrey Cevallos y Alsina, en el barrio de Monserrat, y describió que en ese punto el camino está “destrozado”.

En cuanto al índice de desempeño de ese servicio fue más bajo en las comunas 12 (Saavedra, Coghlan, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón) y 14 (Palermo). Los especialistas a cargo de la lectura de datos consideraron que, probablemente, la insatisfacción en estos barrios no tenga que ver con falta de preservación, sino más bien por las permanentes obras de reparación que generan quejas en esas zonas con mucho tránsito y densamente pobladas.

Adolfo Melaj, que vive en el barrio Vélez Sarsfield, no dudó en calificar de “muy malo” el servicio de reparación de veredas. “Hace como siete años que con mi familia estamos reclamando para que arreglen nuestra vereda, en Cervantes 1456, que quedó destrozada luego de una obra de caños que hicieron en la calle”, enfatizó en diálogo con uno de los principales diarios del pa Pero el hombre no se quedó solo con el enojo. Destacó el alumbrado que hay en su barrio como “muy bueno” y se mostró conforme con la cantidad de semáforos.

Precisamente, del otro lado del ranking, la mejor nota se la llevó la disponibilidad de semáforos que hay, en promedio, en las calles porteñas. Más de la mitad de los vecinos encuestados (57,5%) se mostró conforme con la cantidad que hay. Sin embargo, hay quienes, como Nicolás, que reside en Palermo, se quejan por la falta de semáforos: “En Cabrera, por ejemplo, hay algunos cruces en los que es imposible cruzar. Nadie te da el paso”, expresó.

Los comentarios más positivos -en relación a la importancia que le da la gente para su bienestar- se recolectaron en las comunas situadas geográficamente en el centro de la ciudad: 5 (Almagro y Boedo), 6 (Caballito) y 7 (Flores y Parque Chacabuco). En Caballito, por ejemplo, el índice de desempeño de los semáforos es del 80%. Sin embargo, vale aclarar que para los vecinos ése es el servicio menos valorado por su importancia en la vida cotidiana. El que más incide en el bienestar de la gente -incluso por sobre la presencia de policías y siempre de acuerdo con el informe de la Defensoría- es el alumbrado público con el 84,4% de valoración. Esa apreciación, conjugada con su grado de satisfacción que hay en promedio a lo largo del distrito, convierten a la prestación pública en la que mejor índice de desempeño tiene.

“Para alumbrado público (índice del 91,5%) se observa que hay dos comunas, la 3 (Balvanera y San Cristóbal) y la 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda) donde el servicio tiene el índice de desempeño más alto. Probablemente vinculado a la cuestión de la seguridad, pues la iluminación nocturna suele estar asociada en forma positiva con dicha problemática”, concluye el análisis.

“Claramente, la ciudadanía necesita tener cerca a la fuerza de seguridad, que esté en su cuadra, en su barrio. El problema de inseguridad es recurrente en las grandes ciudades del mundo en las que suele ser un tema de agenda permanente. En el otro extremo se encuentra valorado de manera positiva el alumbrado público, que es una factor de prevención importante”, reflexionó el reelecto defensor del Pueblo, Alejandro Amor.

Otras variables

La recolección de residuos tiene, en general, una buena imagen (positiva en un 54,4%). Es aún mejor en las comunas 4 (Nueva Pompeya, Parque Patricios, Barracas y La Boca) y 7, donde se complementa la importancia que le dan los vecinos con la prestación del servicio. Como contrapartida, en Palermo este servicio se ubica último en el ranking, con el peor índice de desempeño. Del análisis surge que al tratarse de una de las zonas con “mayor poder adquisitivo”, lo que conlleva más consumos y residuos, “probablemente haya una mayor exigencia para este servicio de parte de los vecinos que residen allí”.

Si bien la cantidad de espacios verdes disponibles está bien ponderada en comunas como la 12, la 13 (Núñez, Belgrano y Colegiales) y la 14, los valores más bajos del índice de desempeño se dan en las comunas 3 (Balvanera y San Cristóbal) y 5 (Almagro y Boedo). Son justamente estos cuatro barrios los que más alejados están de las recomendaciones que da la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el ideal de metros cuadrados “verdes” que debe haber por persona en una ciudad.

Poco menos de la mitad de los porteños respondió satisfactoriamente por el servicio de barrido y limpieza de calles (48%), contra un 33% que tuvo una imagen negativa. En tanto, el cuidado del arbolado fue un ítem que dividió las aguas entre los consultados ya que recibió calificaciones diversas.

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