TEATRO PERITADO

14 de septiembre, 2019

¿Por qué empeñarse en guardar “secreto ético-profesional” cuando se juega el pellejo de la carne propia? ¿Una actitud desinteresada hacia el otro? ¿Un profesional con escrúpulos y valores como los que “ya no quedan”? ¿Cuál es el rol de perito-psiquiatra? ¿Cómo está configurado el entramado de la justicia, como un sistema humano, hecho por humanos y con intereses humanos? (Foucault diría que detrás de cualquier interés se encuentran las relaciones del poder).

Una mujer, la mujer del psiquiatra. Un amigo, el abogado defensor del acusado psiquiatra. La homosexualidad como telón de fondo, acusado de haber declarado “la abominable homosexualidad” cuando el prestigioso psiquiatra dice haber escrito “la evolución de la homosexualidad”. Los tejes y manejes de los representantes de la justicia, o las justicias. La interpelación del psiquiatra acerca de su profesión, a la que le dedicó toda su vida. Su inteligencia brillante opacada por un refugio que vuelve y se instala en su persona como una tabla de supuesta salvación. Un secreto o algo que se esconde. ¿La ética? ¿El zorro revestido de avestruz? Estas son algunas de las preguntas que desencadena la culpa, perdón La culpa, la obra de David Mamet que por su discursividad, agudeza en los diálogos y la velocidad a la que se suceden resuena, en parte con Bernard-Marie Koltès, autor de En la soledad de los campos de algodón, entre otras obras; pero no por su poética y teatralidad, sino por su texto insistente, lleno de conflictos y obstáculos que generan un teatro robusto y perspicaz en lo referente al campo lingüístico y humano. Con un escenario y una puesta minimalista se destacan las actuaciones de Adriana Salonia (actriz de cine y televisión que se inició con La noche de los lápices, pasando por Alma mía y High Sschool Musical hasta El Marginal en la TV Pública) brilla, sobre todo en las últimas escenas donde su trabajo corporal y su despliegue artístico no presentan pliegues. Diego De Paula (arquitecto y actor, se formó con Julio Chávez, Locas de amor, El juego de la silla,  hace una muy buena interpretación del psiquiatra aquejumbrado, quizás por momentos sus reiterados gritos hacer perder las palabras, Gabo Correa (Don Juan y su bella dama) impecable su actuación y Martín Urbaneja (Mucho ruido y pocas nueces, Malparida, Santos y Pecadores: Televisión por la Justicia en TV y en teatro Sacco y Vancetti, El corazón del incauto) haciendo de un abogado tan letrado que unx podría creer que al día siguiente podría encontrárselo en los Tribunales ejerciendo su profesión. La dirección de Hugo Urquijo sacó lo mejor de lxs actores y la actriz Salonia y quizás sea la persona más indicada del país para montar la obra, dado que conoce al dedillo los vericuetos de los peritajes psicológicos, la clínica psicoanalítica y la justicia, dado que se graduó como médico en la Universidad de Buenos Aires en 1966. Recibió el título de Médico Psiquiatra en 1973 luego de ser médico residente bajo la jefatura del Dr. Mauricio Goldenberg y actualmente ejerce la actividad psicoanalítica desde 1967. La puesta pasa por los diálogos y la palabra, que tienen todo el peso de la obra, con la creativa idea de proyectas las siluetas del Test de Rorschach de fondo, pero con cierta falta de teatralidad, en el sentido que no hay respiros de las palabras y escenas que relajen de la tensión constante de los diálogos. Urquijo recibió el Premio Ace 2017-18 como mejor director por Ver y no ver de Brian Friel y Oliver Sacks. Como director comenzó en 1974 Dos cuentos de Chejov habiendo pasado por Esperando a Godot, y Pantaleón y las visitadoras, en versión musical hasta La culpa, su obra N° 42. Una obra que ningún perito psicólogo o psiquiatra, letrado, juez, amante, paciente o asesino puede dejar de ver.

La culpa

De David Mamet.

Dirección: Hugo Urquijo.

Con Adriana Salonia, Diego De Paula, Martín Urbaneja y Gabo Correa.

Viernes y sábados 22.15 hs.

Centro Cultural de la Cooperación

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