OTRA AGRESIÓN A UNA TRANS

30 de enero, 2020

Tras la violenta agresión a una chica trans en Puerto Piray, la titular del INADI viajó hasta el lugar para reunirse con la joven a fin de conocer la situación e iniciar acciones.

“Los agentes de la Policía que fueron testigos en el momento de la agresión a Elamaá Luz no intervinieron, después no le quisieron tomar la denuncia. Cuando ella se acercó, con expertos que la asesoraban, le ofrecieron disculpas diciendo que no sabían cómo encarar el tema ni qué medidas tomar, porque era algo nuevo para ellos”.

Con estas palabras, la coordinadora de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTA) en Misiones, Nazarena Fleita, expuso la falta de implementación de un protocolo y exigió la urgente capacitación de los agentes de la provincia en la Ley de Identidad de Género.

“En el video se ve que la policía estaba presente y también que eran meros espectadores. Más tarde, en la comisaría, la compañera tampoco pasó muy bien, fue maltratada y no quisieron tomarle la denuncia. Después que ella pide ayuda y se vuelve a acercar ya con personas que la asesoraron, los oficiales les piden disculpas diciendo que no sabían cómo encarar el tema. Esto es inaceptable”, enfatizó Fleita.

“No aceptamos esa respuesta porque no es nuevo para ellos. La Ley de Identidad de Género tiene siete años y cuando vemos que siguen ocurriendo estas cosas lo que vemos es que no se interesan como seres humanos por las compañeras trans, esa es la cuestión”, insistió.

“Acá estaban golpeando a una persona, ya no digo que intervengan como oficiales de las fuerzas de seguridad, sino como personas. En este caso, el agravante es que es el trabajo de ellos es intervenir pero no lo hicieron”, reclamó.

Lo cierto es que en el caso de agresión del que fue víctima la chica ya están actuando la Justicia, los colectivos de transgéneros de Argentina y el INADI.

Entre las acciones que se barajan en ATTA para exponer el caso se analizan marchas de apoyo tanto en Puerto Piray como en la capital provincial.

Acompañada por el INADI

La delegada en Misiones del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), Silvia Risko, viajó a Puerto Piray y se reunió con la chica trans que había sido golpeada y maltratada allí.

El organismo tomó conocimiento del caso y se contactó con la coordinadora de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTA) en Misiones, a fin de acceder a la persona violentada, Elamaá Luz.

Durante la reunión, que se desarrolló por varias horas, se vislumbró la vulneración de derechos en que se encuentra Elamaá, no sólo por la violencia ejercida por determinadas personas en el local bailable y en la calle al volver a su casa, sino también desde las instituciones. El INADI le brindó asesoramiento, le tomó la denuncia y luego la acompañó a la comisaría, para tomar conocimiento del proceso de su caso.

El Instituto brinda asesoramiento gratuito a través del 0800-999-2345 o personalmente en el INADI Misiones, en calle San Luis 1870.

“Siempre soy agredida y humillada”

En charla con Elamaá Luz evitó referirse al caso puntual, porque está judicializado con bozal legal activado y una orden de restricción a su favor. Sin embargo, la joven aceptó hablar de cómo transcurre su vida en el pueblo después de los hechos y brindó un relato pormenorizado de cómo es su vida allí.

“Soy la primera chica transexual y la única de Puerto Piray desde los 13 años y siempre fui discriminada. Soy la única chica de esta condición y siempre fui blanco de ataques. Algunos me preguntan por qué no me voy del pueblo. Creo que yo no me tengo que ir, los que no me aceptan tienen que cambiar la cabeza”, interpretó.

“Lo más frecuente es que me griten por la calle ‘ahí se va el trava’ y hasta la Policía se burla de mí cuando voy caminando por la calle. Es injusto, se supone que son agentes que están para cuidarnos, pero si me atacan, nadie hace nada”, reclamó.

Dolorosos recuerdos

La elección de convertirse en transexual ocurrió cuando Elamaá tenía 13 años. Para un pueblo tan pequeño como Piray fue algo “inaceptable” y cuando la veían en la calle le arrojaban piedras de hielo.

“Eso me llevó a ser retraída, a no meterme con nadie, jamás estuve en una comisaría y menos en el hospital. Estoy viviendo en una situación que cada vez es más fea. Hay mucha violencia de parte de la gente y nos atacan a los más vulnerables”, denunció.

“Quiero que mi caso se haga visible, que se haga justicia y que no le toque vivir lo mismo a nadie más”, pidió.

“Tengo dolorosos recuerdos de cómo me trató y me trata la gente de mi pueblo, ojalá haya un cambio”.

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