EL DESTAPE DE NICOLÁS FERNÁNDEZ. ¿EL FÚTBOL EMPIEZA A SALIR DEL CLÓSET?

14 de octubre, 2021

Allá por el 83, cuando llegaba la ansiada democracia a la Argentina, muchxs creían que el destape español desembarcaría por estas tierras sin ningún tipo de prejuicio, pero costó, y mucho. El machismo se había retroalimentado y las chicas-objetos empezaron a ocupar la primera plana de las revistas y los medios. Recién ahora, y después de los avales legales con los que cuenta el país, los jugadores de fútbol como Nicolás Fernández y recientemente el basquetbolista que jugó en la Selección Argentina, Sebastián Vega, de 31 años, pueden decir y vivir su sexualidad tal como la viven. El primer paso ya está dado, esperamos ahora una catarata de salidas del clóset que sorprenderán a más de uno.  Nicolás Fernández, arquero del Club General Belgrano de Santa Rosa, que debutó en Huracan de Pellegrini y pasó a Deportivo Rivera, Deportivo Anguilense, Anguil (en Santa Rosa La Pampa), entre otros, da el punta pie inicial y arroja la pelota en alto para que otrxs jugadores la bajen de pechito o con la cola y la sigan moviendo como saben hacerlo. Entrevista exclusiva para www.buenosairesinclusiva.com.ar

DECIRLO EN LA CANCHA

¿Cómo vivís tu condición sexual en el interior?

La verdad es que no he tenido experiencias feas, salvo dos o tres que las resolví de manera no recomendable; porque soy muy calentón… Yo no jodo a nadie y no me gusta que me jodan. Para mí ha sido sencillo dentro de todo lo que es el ambiente… Siempre tuve en claro quién soy, que quería y que tenía el apoyo de mi familia y mis amigos; eso hizo que fuera más sencillo. No tuve muchas malas experiencias en lo que es el interior y en los pueblos donde estuve viviendo para jugar. Siempre tuve un buen respaldo de amigos, y aunque no lo creas, la mayoría de mis amigos son héteros. Es un poco raro, ya lo sé, pero tiene que ser algo normal porque estamos creciendo como sociedad y en un futuro tiene que ser más sencillo.

Sí, pero todavía no es tan sencillos para muchos, sobre todo para los que no son tan masculinos. ¿Y esas dos o tres veces cómo fueron?

¿Con respecto a algo que he sufrido? Te cuento, yo estuve en pareja tres años con un chico que es de acá, de Santa Rosa. Una vuelta, en capital estábamos caminando de la mano por la Avenida Córdoba y pasa un hombre en bici, arriba de los 30 años, y nos insulta. Yo soy muy calentón y mi ex no me dejaba que yo reaccionara. En ese momento, se ve que lo enojó mucho, y me dejó que fuera a buscarlo. Corrí tres o cuatro cuadras por la vereda hasta que encontré al ciclista en un semáforo, frenado. Yo reaccioné y le pegué. Cuando se levanta de la bici, que se va, me empieza a gritar ‘puto y qué se yo’. Y yo le dije: ‘puto y te cagué a trompadas’. Recuerdo clarito que había muchos taxistas y todos me gritaban: ¡felicitaciones!, ¡felicitaciones!  y me tocaban bocina. Eso no me lo olvido nunca más; y eso que pasó hace como cuatro años… Con respecto a compañeros, también me ha pasado que se hayan alejado un poquito. Y después solos vuelven y te piden perdón. Te dicen que se imaginaban otra cosa…

¿Y en La Pampa donde estás ahora?

En La Pampa, Nicolás también sufrió un acto de discriminación. “Hace poco salí con mi novio actual, con el que salgo desde hace un año y mes. Fuimos a un baile muy conocido, acá en Santa Rosa, y a la salida se largó a llorar, porque estábamos los dos medios ebrios (se ríe con una carcajada corta y profunda). Yo lo abracé. Pasó alguien mayor que nos insultó y terminé pegándole otra vez. Por eso digo que no es una forma recomendable de solucionar los problemas. Pero, la verdad es que si me molestan yo termino solucionándolo así. Más que esas cosas, como malas experiencias, no me han pasado.

¿Y desde que se difundió la noticia la hinchada contraria nunca te gritó nada?

Cuando me gritan algo, desde afuera de la cancha, yo siempre digo que eso habla más de ellos que de mí; porque yo tengo los huevos puestos de ser quién soy y no ando ocultando nada. Ellos capaz que se están remordiéndose las ganas de estar con un chabón, y no se animan…

¿En el fútbol hay muchas ‘doble vida’, ¿no? una tapada y la otra socialmente aceptada para no perder sus privilegios?

Con respecto a la doble vida, sí, es muy normal. La conozco. Tengo un amigo que ha hecho video cámara con jugadores profesionales, que hoy están casados; y sin embargo cada dos por tres cruzan mensajes o hacen video llamadas y demás. Entonces, sí, coincido con vos en ese sentido. Acá en los vestuarios se habla: ‘me levanté a esta’ y nada, para mostrase, porque se la pasan durmiendo en la casa y no levantan nada. Es lo que dicen y es diferente a lo que hacen…

Hace unos años, entrevistando gente para una nota, un jugador profesional, que me pidió por favor que no pusiera su nombre, me dijo que la mayoría eran bisexuales, aunque no se asumieran como tales, pero lo que más me llamó la atención fue que, según él, los dirigentes eran los que les bajaban línea de mantener reservada su orientación sexual disidente para evitar tener peleas con la hinchada y sobre todo por miedo a que los auspiciantes se fueran…

De los técnicos y dirigentes del club no podría decir nada porque yo llegué a General Belgrano con ellos ya sabiendo quién era y cómo era, y demás, y nunca hubo ningún tipo de problema. No te podría dar una opinión sobre ese tema… Cuando estaba jugando acá, en Santa Rosa, me escribió un pibe y me mandaba mansajes y los eliminaba, porque se sentía perseguido. Sí, hay gente que está sufriendo, pero bueno, vamos dando un paso adelante, de a poco… Con las generaciones nuevas va a ser totalmente normal.

¿Cómo fue que decidiste salir del clóset en este ambiente machista?

Con respecto al haberlo contado, no lo pensé: lo dije. No soy de pensar las cosas y como tampoco me preocupa lo que puedan llegar a decir, entonces se dio. Primero se lo conté a mi familia, a mis amigos. En el pueblo donde yo vivía ya todos sabían. Después, cuando corto esa relación de tres años, estuve viviendo un tiempo en Buenos Aires, después en las Grutas, hice pre-temporada, después volví a Pellegrini y estuve un tiempo solo. Cuando se me da para venir a jugar a esta liga, nadie sabía mi vida privada, ni nada por el estilo. Sabían los chicos que vivían conmigo, que hasta el día de hoy tenemos una relación de amistad muy buena. El capital del equipo, en ese momento, antes de entrar a un partido, me lo preguntó. No sé si sospechaba. No sé si vio que ponía algún ‘Me gusta’ en Instagram… Y se lo conté a todo el plantel; y quedó ahí. No se comentó nada más. A nadie le molestó tampoco. Seguimos con la relación que teníamos siempre; y eso es bueno.

El arquero que no se esconde y sale del clóste con orgullo.

UN MILLÓN DE AMIGOS

Los hechos políticos e históricos van abriendo nuevos caminos y lxs más jóvenes empiezan a disfrutar de derechos que antes nos habían sido vedados. Ahora contamos con la Ley Antidiscriminación, de Matrimonio Igualitario, de Identidad de Género, entidades como el INADI y colectivos LGBTTIQ que dan su apoyo a las personas que lo necesitan. Y ciertos estigmas, de otras épocas, como el que los putos iban a terminar solos quedó demostrado en Nicolás Fernández que era eso, solo un estigma basado en prejuicios y en construcciones sociales mantenidos por una ideología de prejuicio y homofobia; que la personalidad e identidad antecede a su orientación sexual. Y parece que sus compañeros lo entienden y lo quieren, así, tal cual como es. Algunos datos que nos permitirán conocerlo un poco: Tiene 25 años. Es de Pellegrini, provincia de Buenos Aires. Calza 41. Su ídolo desde chico es el arquero santafesino El Pato Abbondanzieri, y ahora ya un crack de la táctica y la técnica admira mucho a Marcos Díaz y Andrada. Es de Boca “es el más grande” escribe a SOY por WhatsApp acompañando de un emoticón que llora de risa. Tiene un hermano, tres hermanas, cinco sobrinos, de los cuales uno es su ahijado y también una ahijada, que es la hija de un amigo suyo. En la cancha ocupa el puesto de arquero en uno de los equipos más grandes de Santa Rosa, La Pampa, el Club General Belgrano, Santa Rosa. Futbolísticamente les va bien, fundado en 1919 participaba desde 2014 en el Torneo Federal A, tercera categoría del fútbol argentino. Lo que a Nicolás Fernández más le gusta de este deporte popular es la competencia y los amigos que hace en él. “En todos los clubes en los que jugué hice un montón de amigos… Estuve en Trenque Lauquen y todavía mantengo contacto diario, a través de WhatsApp con ellos. En Pellegrini, también. En Rivera también tengo un montón de amigos”. En Atlético de Santa Rosa para el día de su cumpleaños, los ex compañeros lo invitaron a los corsos, después a un boliche para pasar la noche y darle los abrazos de felicitaciones por su cumpleaños apenas amanecía. Cuando llegó a Deportivo Belgrano, ya conocía a varios de los jugadores. “Las amistades que te deja el fútbol son tremendas”.

¿Tenés amigos gay?

Tengo uno solo, que es grande, con el cual hablo todo y él me cuenta todo también. Pero siempre me rodeé de amigos heteros, pero no porque sean heteros, sino porque se ha dado así. Y tengo algún que otro conocido gay. Yo hablo de la misma manera con héteros que con gay, o como sea.

LA PENSIÓN

Vive en la pensión del club con cuatro jugadores. Sobre la convivencia con ellos le cuenta a SOY: “Un día fui a otra de las habitaciones buscando a Gaby, un compañero, y miro para un lado, donde estaba uno de los chicos durmiendo, y estaba durmiendo sin bóxer, o sea desnudo. Se lo comenté y cuando estábamos entrenando comenté que Licha dormía sin bóxer y ahora que lo vi se pone tres pantalones para dormir… Me tiene miedo les decía. Eso genera que nos riamos todos; ese tipo de chistes son los que yo les hago”. En relación a sus compañeros dice que “son super abiertos, todos los que me han tocado son abiertos”. -¿Por crees que tuviste esa suerte?- le pregunto pensando en la crueldad de la hinchada y de otros futbolistas en relación al tema. Nicolás responde: “Porque creo que primero me conocen a mí y queda en un lugar secundario el tema de la sexualidad”.

EL DEBUT

Hizo inferiores y debutó en primera en Huracán de Pellegrini. Dejó de atajar durante dos años y retomó en la Liga de Trenque Lauquen, donde jugó un año. Después le ofrecieron jugar en Deportivo Rivera. Después pasó a Deportivo Anguilense, Anguil (Santa Rosa, La Pampa) de ahí saltó a Atlético Santa Rosa y terminó jugando en el club General Belgrano (Santa Rosa). Es decir, jugó en varios clubes, donde se vio obligado a trasladarse para jugar. Dice que no le costó mudarse ni adaptarse, porque le gusta andar de un lado a otro. A la hora de elegir tener una relación elige a los chicos (los prefiere de su edad o más joven como su novio). Dice que no sabe bien qué es lo que lo atrae de ellos, pero que le gusta su compañía, la masculinidad… Que su novio es muy, pero muy, lindo.

El presidente del club y el técnico sabían su condición sexual a la hora de convocarlo y que fueron ellos los que lo contrataron para que se sumara al equipo, sabiendo que era gay y estando de acuerdo que él no lo iba a ocultar su sexualidad ni a dejar de ser él mismo para complacer a nadie. “De hecho, hace poco, el técnico me mandó un mensaje, que fue muy lindo, diciéndome que él apoyaba todo lo que yo estaba haciendo y que tenía un poco de admiración por todo esto. Y antes de dar una nota donde hablo del club, por ejemplo el otro día vino TC Spot, le paso al periodista el número del presidente del club para que hable con él. Hablé con el cuerpo técnico para ver si no tenían problemas que vinieran con las cámaras. Siempre pasa primero por ellos y siempre están de acuerdo”.

LA PAMPA SIN ROSAS

Santa Rosa cuenta con una estepa templada y otra seca (la pampa seca y la pampa húmeda) pero parece que toda fuese seca, porque no hay boliches gay. Hubo, pero ya no hay. Si bien es la capital de la provincia, no deja de ser un pueblo de 62 barrios, donde todxs se conocen o creen conocerse y saben los gustos de los demás, aunque no sabemos si conocen los suyos propios… “Acá se corre la bola y termina siendo más sencillo”, dice Nicolás Fernández, con vos firme y varonil, pero nunca impostada. Le pregunto cómo hace para conocer chicos. “Al chico con el que salí tres años lo conocí por Facebook y al actual por Instagram; o sea que las redes ayudan mucho acá”, dice y larga una risa suspicaz.

En otro sentido, su debut fue con una chica. Después estuvo con chicos y alguna vez hizo algún trío (dos chicos y una chica) y dice “sí, claro, la pasé re bien… De chico era muy inocente y no me interesaba por el sexo”. Antes de enviarme las fotos para publicar cuenta que “El domingo después de jugar me llamó mi hermano y nos fuimos a cenar juntos. Con su mujer e hijo”, haciendo hincapié en la aceptación y contención que tiene por parte de sus familiares y amigos. Pienso en el rechazo y la expulsión familiar de lxs trans y escribo: “Todo, o casi todo, empieza desde casa”.

¿Cambió tu vida después de haber aparecido en los medios? ¿Cómo sigue todo esto?

Me pasa que me encaran muchísimos pibes ahora, incluso trans; antes esto no me pasaba… Siempre fui de tener un poco de levante, pero el que encaraba era yo. Esto para mi tomó mucha repercusión, y está bien que hoy sea así, pero tendría que ser algo más normal, más común”, ¿desea o vaticina? Me cuenta que hay muchos jugadores gay que ya no tienen problema en salir del closet y prometió hablar con ellos y pasarme sus contactos. Esperamos que la pelota se sigua moviendo.

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